1024, capítulo 01
Llegó a la ficha 1024, mitad del juego. De pronto el móvil, con la pantalla rota y esas grietas entre el contenido y sus ojos, se transformaron en algo delicado y frágil, sosteniéndolo con cuidado entre sus manos y de pronto es como si hubiese parido algo... En medio del mar de deudas, vestigios de la crisis financiera, rodeado de todas las cartas "gracias por participar" de todas las partes del mundo, en medio de todos sus fracasos, aquel número, 1024, parecía alzarse como algo que él mismo había hecho: el producto de su atención y su cuidado, el producto de su esfuerzo. Su hijo: el 1024.
